sábado, 14 de noviembre de 2009

El Verdadero Valor del Anillo

Amigas y amigos, hoy quiero compartirles un hermoso cuento que leí por ahi...

El verdadero valor del anillo

Un joven concurrió a un sabio en busca de ayuda.

— Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo ganas de hacer nada. Me dicen que no valgo absolutamente nada. Me gritan que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar? ¿Qué puedo hacer para que los demás me valoren más?

El maestro, sin mirarlo le dijo: "cuánto lo siento muchacho. No puedo ayudarte, ya que debo resolver primero mi propio problema. Quizás después..." Y haciendo una pausa agregó: "Si quieres ayudarme tú a mí, podría resolver el este tema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar".
— E… encantado, maestro, titubeó el joven, sintiendo que de nuevo era desvalorizado y sus necesidades postergadas.

— Bien, continuó el maestro. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo meñique de la mano izquierda y, dándoselo al muchacho, añadió: "toma el caballo que está ahí fuera y ve al mercado. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, y no aceptes menos de una moneda de oro. Vete y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas".

El joven tomó el anillo y se fue. Apenas llegó al mercado, empezó a ofrecerlo a los mercaderes, que lo miraban con algo de interés hasta que el joven decía lo que pedía por él. Cuando el muchacho mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le giraban la cara y tan sólo un anciano fue lo bastante amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era demasiado valiosa para entregarla a cambio de un anillo. Alguien le ofreció una moneda de plata y un recipiente de cobre, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro y rechazó la oferta. Después de ofrecer la joya a todas las personas que se cruzaron con él, que fueron más de cien, y abatido por su fracaso, montó en su caballo y regresó. Cuánto hubiera deseado tener una moneda de oro para entregársela al maestro y liberarlo de su preocupación y recibir al fin su consejo y ayuda.

El joven entró en la habitación del maestro.

— Maestro, dijo- "lo siento. No es posible conseguir lo que me pides. Quizás hubiera podido conseguir dos o tres monedas de plata, pero no creo que pueda engañar a nadie respecto al verdadero valor del anillo.
— Eso que has dicho es muy importante, joven -contestó sonriendo el maestro-. Debemos conocer primero el verdadero valor del anillo. Ve a ver al joyero. ¿Quién mejor que él puede saberlo? Dile que desearías venderlo y pregúntale cuánto te da por él. Pero no importa lo que te ofrezca: no lo vendas. Vuelve aquí con el anillo.

El joven volvió a cabalgar. El joyero examinó el anillo a la luz del candil, lo miró con su lupa, lo pesó y luego dijo al chico:

— Dile al maestro, joven, que si lo quiere vender ya mismo, no puedo darle más de cincuenta y ocho monedas de oro.

— ¿Cincuenta y ocho monedas de oro? -exclamó el muchacho.

— Sí, replicó el joyero.- Yo sé que con tiempo podríamos obtener cerca de setenta monedas, pero si la venta urge...

El joven corrió emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.
— Siéntate- dijo el maestro después de escucharlo-. Tú eres como ese anillo: una joya, valiosa y única. Y como tal, sólo puede evaluarte un verdadero experto. ¿Por qué vas por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?

Y, diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo meñique de su mano izquierda.

de Jorge Bucay.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Una pequeña reflexión...

La vida es tan cíclica como los años: cada año tiene estaciones, y la vida las tiene aún más. Momentos de alegría, euforia, generatividad, tristeza, ira, pereza, dolor, nos acompañan cíclicamente en nuestro caminar por este planeta que nos acoge como una madre cariñosa. Cada momento es una etapa del ciclo que debemos vivir, cada paso es uno más que nos lleva hacia la grandeza de nuestra propia alma, que nos eleva por sobre nuestra ignorancia y nos convierte más en humanos que lo que fuimos ayer.

jueves, 15 de octubre de 2009

La soledad de ser

Nos encontramos inmersos en una cultura individualista que nos lleva ala aborágine del mundo laboral en cada paso que damos... mas, qué es ese sentimiento de soledad?
Es verdad que muchos están solos, pero, porque algunos nos "sentimos" solos? cuál es la diferencia entre estar solo y sentirse así?
Personalmente creo que tiene que ver con el vacío y con las expectativas.
El vacío.
En un mundo competitivo y trivial como el actual estamos acostumbrados a movernos entre "cosas" y no a navegar por las inciertas aguas del vacío. Deseamos llenar de Cosas, de Personas, de Momentos nuestra vida y, aquí vienen las expectativas, lo ESPERAMOS, luchamos por ello. No nos detenemos a pensar qué sería de nosotros sin esas cosas, sin esas personas, porque nos aterra la sola idea de la nostalgia a lo poseído, a los seres que poseemos como amigos, pareja, familia, a las cosas que poseemos, a los momentos que vivimos, a los sueños que tenemos, sin darle espacio ni cabida al vacío, a la felicidad de la ausencia, anhelamos el reencuentro: la meta, desdeñando el proceso...
Las expectativas.
¿Por qué un ser humano debe cumplir con NUESTRAS expectativas? ¿en qué minuto aprendimos que "el otro" nos "debe" "algo" y por eso debe estar ahi, casi al servicio nuestro?
nos aferramos a todo y a todos los que nos rodean y esperamos de ellos que cumplan nuestros sueños, que nos protejan, que estén ahí cuando los necesitamos, que sean buenos, que no nos traicionen... y como somos HUMANOS, los otros nos descepcionan, nos desilucionamos porque esperamos...
No es que esté en contra de las relaciones humanas, ni de las cosas, ni de los sueños, mas creo firmemente que, en la medida que nos despojamos de las expectativas, dejamos de sufrir porque comenzamos a vivir libre y espontáneamente, sorprendiéndonos de todo lo que nos rodea y de todos los que nos rodean, abiertos a nuevas posibilidades y a nuevas probabilidades...
¿Qué les parece?

Saludos cordiales
Catalina P.P.

Bienvenidos psicólogos y aprendices de psicología!!!

Bienvenid@s tod@s a este nuevo espacio para compartir y debatir temáticas de psicología clásica y contemporánea... es un especio abierto cuya idea es incentivar debates acerca de temas que todos podemos plantear...
espero sea de utilidad y podamos compartir información de interés común (libros, documentos, imágenes, comentarios, etcétera)
Saludos cordiales
Catalina P.P.